Lucía del Pozo Llorente es alumna de 1º E.S.O. y hace algunos meses decidió incorporarse al coro que estaba formando la profesora de música Virginia Florentín. Para su debut se eligió un programa Presentación-Audición de Navidad que nos supo a poco a los espectadores allí presentes (Esperamos anhelantes la siguiente cita musical). Incluía El día de Navidad (Sally Deford), Christmas bells at sea (Arthur Sullivan), Ya viene la vieja (Anónimo) y Noche de Paz (F. Gruber).
Le pedimos a Lucía que contara su experiencia y aquí tenemos el resultado:
"Me interesé por el coro porque me gustaba mucho la música y porque era solamente un día a la semana al acabar las clases. También era una manera de no perder el contacto con la música, y además porque se apuntaban amig@s mí@s y porque se suelen hacer amig@s nuev@s.
En los ensayos, hemos trabajado vocalizando, modulando la voz, trabajando la respiración, y ensayando las canciones, aunque nos costaba a veces seguir las notas; era divertido ver cómo algun@ de nosotr@s se “iba” (musicalmente hablando) o empezaba a cantar antes que l@s demás. Lo sorprendente es que después de muchos ensayos, tod@s cantábamos ¡a la vez!, ¡y las mismas notas musicales (más o menos)! Al final del trimestre, ya hemos conseguido lo que nos proponíamos. Además han sonado todas las voces a la vez (eso era importante). Había canciones que ya conocíamos; esas las ensayamos menos y nos resultaron más fáciles. Pero otras, como la canción en inglés, nos costaron un poquito más y tuvimos que ensayar , ensayar, ensayar,...
El primer día que ensayamos la canción en inglés, Rosa, la jefa de estudios, nos ayudó con la letra. De vez en cuando teníamos novedades de ese tipo. Otro día, nuestra directora del coro nos dijo que iba a venir un pianista para hacer el acompañamiento (siempre que él pudiera); a l@s que nos gusta la música, eso nos pareció increíble y los ensayos se hacían muy amenos.
La verdad es que los ensayos empezaban siendo divertidos porque lo primero que hacíamos casi siempre era pronunciar unos ruidos extraños subiendo y bajando la voz, haciéndola más grave o más aguda. Después terminábamos por cantar las canciones por partes y luego las cantábamos enteras una vez y otra y otra, corrigiendo los errores.
Cuando llegó el día de la actuación, estábamos en el salón de actos ensayando como un día cualquiera, sólo que con muchos nervios. Mientras el director nos presentaba, teníamos tod@s tantos nervios que no parábamos de hablar. Tod@s, excepto una chica que se desahogaba diciéndonos: “¡callaos ya!”. Todos sabíamos que era por los nervios, así que seguíamos hablando.
Después de la actuación nos estuvieron felicitando mucho y, aunque se puede mejorar, dicen que cantamos muy bien. A mí me parece estupendo que en el instituto hagan una actividad voluntaria y gratuita como esta. Yo siento el coro como si fuera un equipo: si la mayoría del coro no está, no se puede cantar; pero si colaboramos tod@s, sale bien y nos hace sentir bien."
Gracias a Lucía por su aportación al blog y a su familia que nos ha proporcionado el siguiente vídeo:
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